Reiteramos la manera como se dió el embarazo: Estaba en mis días fértiles y comenzamos el acto sin usar condón, después de estar bien lubricada él se colocó el preservativo y duramos mucho más tiempo en el acto… Esta vez no creí necesario tomar ninguna píldora de emergencia, sin embargo, dos semanas después comprobé que estaba embarazada.
Dos años después de traer al mundo a mi pequeño sucedió esto. Yo acababa de regresar a trabajar después de 14 meses de maternidad exclusiva. Las restricciones de mi recién estrenado contrato eran muy adversas: embarazarme hubiera sido igual a firmar mi renuncia y terminar desempleada (nuevamente). Mi matrimonio tampoco andaba bien (realmente no podía estar peor) . Yo no quería volver a ser una carga para mi familia (menos aún una carga aún más grande) y con todo esto sumado no era viable traer un segundo hijo al mundo. Decidí nuevamente usar misoprostol, pero, recordando la experiencia anterior no quise hacerlo sola y acudí a mi ginecólogo, quien es partidario de no traer la responsabilidad de hijos al mundo si no es por plena convicción.
Dos años después de traer al mundo a mi pequeño sucedió esto. Yo acababa de regresar a trabajar después de 14 meses de maternidad exclusiva. Las restricciones de mi recién estrenado contrato eran muy adversas: embarazarme hubiera sido igual a firmar mi renuncia y terminar desempleada (nuevamente). Mi matrimonio tampoco andaba bien (realmente no podía estar peor) . Yo no quería volver a ser una carga para mi familia (menos aún una carga aún más grande) y con todo esto sumado no era viable traer un segundo hijo al mundo. Decidí nuevamente usar misoprostol, pero, recordando la experiencia anterior no quise hacerlo sola y acudí a mi ginecólogo, quien es partidario de no traer la responsabilidad de hijos al mundo si no es por plena convicción.
Para entonces ya fue muy difícil conseguir las pastillas y después de mucho deambular de farmacia en farmacia conseguí misoprostol genérico. Las instrucciones del doctor fueron literalmente: “Introducir vía vaginal cuatro pastillas, lo más adentro que pudiera y cuatro horas después otras cuatro pastillas del mismo modo. A partir de entonces esperar un sangrado abundante en las siguientes horas o hasta una semana después.” Cuando me dijo esto inmediatamente noté que quizá el método no había fallado tanto la primera vez y acabé en medio de una cirugía innecesaria por no saber ESPERAR a que mi cuerpo concluyera el proceso.
Esa misma noche comencé el procedimiento tal cual mi ginecólogo indicó. El proceso transcurrió de manera muy similar a la primera vez: cólicos a las cuatro horas, pero noté que los efectos secundarios como los escalofríos resultaron más severos con la versión genérica del misoprostol.
A la mañana siguiente, después de una noche de coágulos en el baño, el sangrado se había detenido. Me permití esperar. Aún con todo el nerviosismo y la ansiedad encima, dejé que pasaran los días. Sin que hubiera sangrado usaba toalla. Algunos días manchaba ligeramente el papel, ligeramente la toalla. A veces caía un poco de sangre al inodoro cuando iba al baño.
Tres días después de haber iniciado el tratamiento sentí que se cayó una pastilla cuando fui al baño. Mi reacción natural fue reemplazarla y entonces, al meter nuevamente mis dedos en mi vagina sentí que las pastillas aún no se deshacían completamente.
Al cuarto día de tratamiento, y continuar sin sangrar, empecé a desesperarme y a creer que no había funcionado. Encontré entonces una página que vende misoprostol de patente por dosis: http://www.abortoseguro.com/ Compré un paquete de mifepristona y 12 tabletas de cytotec. Las compré con la intención de utilizarlas si el método del misoprostol genérico fallaba.
Inesperadamente seis después de haber introducido las tabletas, mientras iba en el coche sentí que me bajó. Tuve un sangrado ligeramente más abundante de un período normal: digamos algunos tres días muy abundante con necesidad de cambiar la toalla cada tres horas y otros dos o tres días de manera muy ligera, todo acompañado de cólicos nada severos.
Al mismo tiempo todos los síntomas de embarazo desaparecieron y dejé de sentirme embarazada.
Un día antes de la fecha límite dada por mi ginecólogo mi cuerpo respondió por sí mismo y desecho los restos del embarazo. A la semana siguiente acudí al ginecólogo y corroboró con ecografía que el embarazo había terminado.
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